Ayer terminaba yo de comprar boletos para Metallica por internet, cuando me habló mi hija y hablando-hablando, en medio de la plática me dijo: fijate que me atropellaron, pero lo dijo de manera tan casual, tan no-pasó-nada que prácticamente no me asusté, pero solo de momento, luego comencé a pensar en fisuras, en derrames internos, y todas esas cosas que se nos vienen a la cabeza de manera inconsciente a las mamacitas al saber de un accidente de nuestros hijos, así que le dije que fuera a la Cruz Roja que está por allí cerca. Después bajé del cerro, ya mas tranquila porque le dijeron los doctores que no tenía nada fuera de su lugar, ni roto, ni derramado, para llevarle una muleta, a ella no le acomodó la del lado contrario a la pierna mala y hasta me hizo dudar de haber llevado la correcta, pero ya me explicó mi hermana que si fue la correcta la que llevé, a ella le enseñó a caminar un traumatólogo y le explicó porqué tine que ser así. Hoy le llevaré a Tamara la otra y que use la que le acomode, total, es solo por una semana que tendrá que andar con ella y no creo que le pase nada si usa la incorrecta, también le llevaré un ensayo de Chesterton de cuando se rompió una pierna, para que tenga literatura adoc a la situación.
Ya escribí antes que yo no manejo (para evitar atropellar hijas ajenas) por lo que dependo del transporte público y los taxis. Ayer un taxi me llevó al metrobús y como llevaba la muleta toda la gente me trataba mejor, me daban el paso, me ofrecían el asiento, trataban de ayudarme. Que bueno que aun quede algo de humanidad en las masas.